sábado, 2 de julio de 2011

SECRETOS, MON DIEU!



Para qué andar cuchicheando sobre las noticias de actualidad. Son de dominio público y el gran público las maneja  a su albedrío con soltura apabullante.  Así hoy aparecen  en el mismo cartel el  escalofriante, por insólito, bodorrio del viejo príncipe, viejo, de Mónaco contra su joven prometida, jovenzana ella, alteza serenísima.  El acogotante sueldo de los mandarines de la Bankia. ¡Para Rato hay caldo!
El inquietante desacomodo económico por que está pasando el país que siglos atrás se ocupaba de grandes inventos que luego la historia ha conseguido desbaratar  de un plumazo por inservibles. Nos referimos a la democracia, ¡pobreta, tan lastimada! y a la lógica, ¡vaya, que  si te he visto no me acuerdo!
El cirio que se ha montado con  que la capitalidad de la cultura recaiga en Donostia. Y por si fuera poco, la reacción en cadena de las voces discordantes con esta nominación.   Lo tremendo del asunto es que se haya montado tal guirigay so pretexto de una capitalidad de la cultura. Está claro que la cultura satisface voluntades y genera episodios oscuros con más aspecto de odio y contracultura. Lo ha corroborado la  actitud y palabras de Rosa Aguilar, por ejemplo. De Juan Alberto Belloch, por otro ejemplo de ojos cegados y de oídos sordos. Qué se le va a hacer.
En el tutti este de la confusión  pasa  desapercibido el anuncio cebo de que 'los pisos bajan'. Lo han dicho los expertos, que saben todo sobre el tema.  Apenas llegue septiembre, veremos si nos empeñamos en piso protegido a bajo precio o si cerramos por reformas el nuestro,  actual habitat,  hasta que se despeje el horizonte, no vaya a ser que  nos caiga encima otro plan de ajuste de momento arcano. Alguien que no nombro guarda el as en la manga, estén ustedes alerta.
De momento,  al menos a   tres máximos ejecutivos les resbala cualquier ajuste, salvo el que a ellos se les ha aplicado. Los tres máximos ejecutivos de Bankia recibirán una retribución conjunta de hasta 10,1 millones de euros.  ¿Qué, cómo se le queda a usted el cuerpo con esta punzada?
No hace falta siquiera ser indignado/a en este trepidante tiempo de la democracia.  Basta con admitir que la injusticia siempre favorece a los favorecidos.  O  lo que es lo mismo,  que los recortes, desgastes, desajustes, descalabros,  [ todos económicos]  por algún mecanismo secreto siempre tienden a ensañarse contra el débil. Jamás hunden al fuerte afortunado.
Hace un tiempo siempre causaba furor la  canción del verano.
Ahora se lleva más otras cosas, también de frase célebre:
¡Que me indigno ya!
Y tranquilamente dejo pasar el largo y cálido verano, pensando, que da tranquilidad.

2 comentarios:

  1. Hoy tu artículo parece un periódico por la cantidad de noticias que tiene. Bien, así se queda uno informado. Lo que más me ha cabreado es el sueldazo del Rato. ¿Pero no ha pedido este tipejo siempre contención salarial para los trabajadores? Vaya jeta. Y vaya morro!!!

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  2. Esto va a acabar como la toma de La Bastilla. Al final, vamos a tener que ir con los picos y las palas porque está claro que no podemos hacer nada por las vías de la democracia ni de la justicia.
    Ya no sé si nos indigna o va creando un hastío psicológico que poco a poco merma nuestras facultades de respuesta.
    Un abrazo Pilar y que pases un buen día, aunque sea uno más de esta crisis agónica.

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