martes, 19 de julio de 2011

OTRO DIECIOCHO, OTRO JULIO



No queda tan lejos del tiempo, y menos de la memoria,  aquella incómoda celebración del  18 de julio que  a tantos  y tantos pillaba sin poder rechistar.
Es demasiado triste recordar la machacona exhaltación de la guerra  que se nos imprimió a fuego lento para que nunca pasara al olvido la virtud del vencedor. Y el escarmiento del vencido.
Han transcurrido 75 años desde el comienzo de la guerra. Y los tiempos han traído otros aires renovados que la democracia se ha encargado de avivar en nuestro favor.
Sin embargo, para tranquilidad de todas las conciencias, las que vivieron la  contienda y las que sufrimos  inevitablemente sus  secuelas en forma de dictadura rampante, no estaría nada mal se alzaran las voces con autoridad para denostar y condenar el mayor acontecimiento fratricida que haya sufrido nuestra España, la nuestra  que nos pertenece. La que hemos diseñado a pulso constructivo.
Los herederos del dictador bastante tienen con refrotarse las manos allá por Meirás, sabedores de que la Xunta gobernante les consentirá cerrar el Pazo, ¡por vacaciones! mientras  no se pronuncie en contra ningún discordante pepero, más involucrado en la urgencia de despachar de su sitio cuantito antes a los inquilinos de la Moncloa. Y en echar mantos y velos sobre las veleidades de su ´consensuado señor Camps, al sur, a la derecha en el Levante.
Lo del setentaicinco aniversario los deja impertérritos.
Del mismo modo ni se inmutan porque los señores 'Francoymás' disfruten de la espléndida finca adquirida con dineros públicos y otras forzosas donaciones y a cambio se les asegure un Julio tranquilo, sin visitas inoportunas, y tan lejos lejos lejos como queda de aquellos oscuras auroras que nunca más nos alumbraron.
 Eran los tiempos de nunca acabar. Afortunadamente  pasados al plano del olvido,  pero jamás a la desmemoria  selectiva.

4 comentarios:

  1. qué razón tienes. Yo explico con muchas metáforas esa última frase en la que tú resumes tan bien como tienen que ser las cosas: "pasados al plano del olvido pero jamás a la desmemoria selectiva"
    ahí queda
    saludos desde el maestrazgomagico.blogspot.com
    RAUL

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  2. Pilar, los tiempos de nuncaacabar nunca acaban. Se siguen comprando fincas con nuestro sudor, mal que nos pese. Y se seguirá haciendo por los siglos de los siglos. La realidad es así de triste. Da igual quien esté, son los mismos perros con diferentes collares. Un beso desilusionado por tanta corrupción.
    Un abrazo por un artículo escrito maravillosamente.

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  3. infinitas gracias sensible y sublime poeta por emocionar nuestros sentimientos con tus bellas y profundas letras, un besin de esta amiga admiradora.

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