domingo, 20 de mayo de 2012

ESO VIENE EN LOS PAPELES



Hasta no hace muchos años, para demostración de que algo era cierto, los mayores,  sobretodo, recurrían a  la frase 'eso viene en los papeles'. Y nada que objetar. Que no se equivocaban. 
Los papeles de por entonces eran, como  oráculo informativo,  lo que ahora son las redes. La modernidad, en suma.
Ahora ya  no es menester  que los buenos columnistas  y redactores se afanen en contarnos por escrito lo que se cuece por los pasillos de la calle ancha.  El público se ha vuelto pero que muy avispado y sin necesidad de pegarse a la prensa escrita,  está al cabo la calle formándose  su propia opinión.
Opina lo mismo que se pone de punta en blanco para un evento del lugar.
Piensa, luego casi no tiene tiempo de existir...
Opina porque le sale más barato darle a la cabeza pensante que darle los dineros a la sucursal de al lado no sea que le  den un rescate a cambio de beneficios.
Opina y medita si le trae más cuenta  estar malo de los de verdad  o si sacarse la receta del Optalidón y pagarla a escote, que es alto bajo lo que ¡Viva la Sanidad! nos decreta por Ley y Tijera.
En ello andamos , urdiendo inopinables noche y día hasta que, de nuevo,  los papeles traen el ansiado golpe bajo de 'A la sana Educación por el Recorte'. 
Y aquí es cuando se le van a una las ganas de cambiar de clase, de curso, de tutor y hasta de sistema y de país porque el estado de bienestar con que  soñaba no despertar nunca, no solo no forma parte de mi opinión  sino que ya de facto me lo han acaparado los saqueadores-chorizos  por orden de excelencia.
El tiempo y sus predictores/as se han desahogado. Habrá chubascos con chuzos aquí y allá, mínimo hasta pasadas las Primeras-Últimas Comuniones, cuando la huelga que ya viene en los papeles ponga un stop y cierre de filas antes de las vacaciones.
Pensando estoy en darme un respiro por  la Francia de Hollande  o tal vez por Gibraltar a este lado de la Verja. Seguro no me sucederá lo que pudiera sucederle  a mi-nuestra Reina: Por  diplomacia me desaconsejaran  tan furtivo viaje.
Sigo en mis trece, opinando con Facundo  en retornar a ser feliz, como es mi obligación. Lo probable es que acierte.
Se lo comunicaré a tiempo.





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