de esto
La triste realidad libia, sumada a las recientes de Túnez, y Egipto, y las que inevitablemente van a suceder, no acaba con el baño de sangre, real éste, ni con la poco creíble caída de otros tantos dictadores sueltos. Demasiados.
Parece que las crisis del mundo árabe en general van a poner contra las cuerdas de la economía al resto del mundo occidental, muy en particular a los que necesitan 'como el pan que comen' del petróleo, tan oro y tan negro. Puede decirse sin peligro de equívoco que a más de medio mundo nos tiene enajenados. Otro modelo de esclavismo, el petrolífero.
El Gobierno las ve venir: Al fantasma de la escasez de carburante le planta contracorriente (digo bien) unas medidas de ahorro drásticas.
Una vez más tendremos al Gobierno de centinela de consumidores, ideando medidas que a muchos ¡malpensados! han de antojárseles virguerías sin ton ni son, ineficaces.
Por un lado, asoma lo urgente de limitar el consumo. ¿Cómo? Simple cuenta de sumar-restar. Más fácil, imposible. Los discordantes apresuran que ello no sirve de casi nada.
De otra parte, surge la necesidad de restituir al aire que respiramos la necesaria calidad para que no se nos convierta para siempre en una nube negra y tóxica.
También por este flanco andan los discordantes ecológicos que son unos cuantos.
Y los disonantes políticos interesados 'a su aire' que son bastantes cuantos.,
Para no dejar cabos sueltos, el Gobierno saca pecho como puede avisando la limitación de velocidad, como reducción del consumo. Y la sana recomendación de disminuir el tráfico particular, en beneficio del uso del transporte público... ¿Incentivos? Una casi simbólica rebaja del 5% en los trenes de cercanías.
Como es habitual, nunca lloverá a gusto de todos. A quien propone medidas se le tachará de friki.
Aquel a quien le sea indiferente, por razones obvias, ser friki, pondrá todo su frenesí en echar contra el cuadrilátero al mismísimo púgil: ¡Pobre Rubalcaba! ¡ Pobre Cospedal....!
¡Pobres nosotros, que no hemos entendido una palabra: El carburante se está poniendo por las nubes!
Un descanso con Kodàly, y la relajación a la húngara.
Todos caben en este tren de viajeros: Los que leen, los que escriben, los que solo miran y se bajan en la próxima.
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Pili veo que hemos tocado el mismo tema en nuestros respectivos blogs. Y eso que no nos pusimos de acuerdo para ello.
ResponderEliminarEsta vez, al fin te he entendido todo y me alegro.
Veremos si el problema en estos con países con petróleo no nos amargan más todavía nuestras maltrechas economías.
Que tengas un feliz día.
Es cierto que la revolución en los paises árabes buscando democracia es positivo e histórico, pero eso va a tener un precio que los occidentales también vamos a pagar. Aguantemos el chaparrón, nos caen malas noticias de todos los colores, pero después de la tempestad viene la calma, eso dicen.
ResponderEliminarSaludos.