miércoles, 2 de marzo de 2011

DOS NO RIÑEN SI UNO ES OTRO









 Los ciudadanos estamos más que hartos de esos simulacros de debate parlamentario a que nos abocan obligadamente los dos protagonistas: El Presidente del Gobierno vs el jefe de la oposición.
No se ponen de acuerdo, lo cual forma parte de la lógica, y rivalizan en un sálvese quien pueda de insultos, por verse triunfadores de la sesión.
La última echa la gota que colmaría cualquier vaso:
Rajoy reivindica el Estado de bienestar como un "invento" de la derecha . ¡Toma ya, Rajoy!
¿De cuándo acá esta filantrópica actitud por parte de la derecha?
El señor Rajoy no quiere entrar en detalles, por si estos le espantaran el voto de los suyos, y no se molesta en traer a la memoria el papel que ha jugado la izquierda.  Y los sindicatos.
A cambio, continúa en acalorado diálogo con(tra) Zp, que solo puede validarse como lo que realmente es: De sordos.
El desencuentro se produjo en el pleno de la Cámara baja en el que el Gobierno pretende informar sobre la evolución y el futuro de las políticas sociales. En esta sesión de carácter monográfico se iniciaría el imprescindible debate nacional sobre la sostenibilidad del Estado de bienestar, tan dañado por una más que seria crisis económica a la que no acaba de vérsele el final.  Resultaba inevitable, sin embargo, que el presidente Zapatero tratase de sacar pecho para hacer frente a las críticas lanzadas desde la oposición contra las medidas de ajuste aplicadas desde mayo de 2010 (congelación de las pensiones, reducción del sueldo de los funcionarios, supresión del cheque-bebé, reforma del mercado laboral, elevación de la edad de jubilación) sobre el trasfondo del crecimiento galopante del desempleo en esta legislatura.
Pero a Rajoy no le va discutir sobre políticas del Estado de bienestar que le obligase a romper su cauto hermetismo preelectoral y a confesar su programa de gobierno, si acaso lo tiene, ofreciendo así pistas delatoras capaces de enajenarle las simpatías de una parte de los votantes. Ni siquiera el retraso de la edad de jubilación y la modificación del cómputo de cálculo de las pensiones y sus efectos a medio plazo, le arrancan una  o frase o un pronunciamiento claro: "El problema acuciante no es tanto lo que pueda ocurrir dentro de 15 o 20 años, sino lo que está ocurriendo ahora". En lugar de responder al cuestionario de Zapatero sobre la forma de asegurar el funcionamiento de los tres pilares clásicos del Estado social (enseñanza, sanidad y pensiones) y de poner los cimientos de su cuarto pilar (la dependencia), Rajoy calla y se tapa en una cortina de humo tóxico y, atrevido, se le tira a la yugular a Zp acusándolo de mentir a propósito de las partidas dedicadas al gasto social durante su mandato.
Zp se desbarata. Zpse encabrita. Tiene para eso y más.
Lo dicho al principio: Diálogo de sordos. O de besugos sordos, naturalmente.
El presidente del PP, sin demasiada suerte argumental, se limita a tergiversar y confundir estadísticas. A recordar por si no lo sabíamos que la crisis ha sido el producto de la torpísima gestión de Zp...¡de quién si no!, para concluir que lo heredado por el gobierno Aznar fue un Estado en bancarrota total.
Así el tono, así el rifirrafe, y así sin solución de continuidad el 'arrieros somos...'
Para hablar con sensatez sobre la recesión de la crisis profunda, hay que necesariamente hurgar en sus orígenes y sus causas. Que no fueron otras que las turbulencias hipotecarias y financieras en EEUU, meteóricamente trasladadas a Europa, y que en España se abonó en unperfecto caldo de cultivo: la burbuja inmobiliaria.
¿Algo más?
Lo que Rajoy repita en plan loro park. Hasta creérselo él mismo. Insiste en que La responsabilidad del desempleo y de la recesión se deberán a las políticas de quien gobierna, de Rodríguez Zapatero  Todavía fue más lejos, Rajoy, solidaizándose falsamente  con tales políticas, cuando pone como brochecico de oro este dardo emponzoñado: "Es razonable -concluye el líder del PP- que quien ha empobrecido a tantos se ocupe de amortiguar el mal que siembra".
Comprendo  la sensación de vértigo que se sienta hablando siempre contra las paredes, que nunca han oído.
Mañana, Jueves Lardero. Pies para qué os quiero

1 comentario:

  1. Una discusión parlamentaria de abogados-políticos es tan inútil y esteril, que no pierdo ni un minuto oyendo diálogos de sordos. Lo de Rajoysss... ya se sabe.
    Saludos.

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