POBREZA LLAMA A POBREZA

No es poco la pésima noticia de hoy mismo, machacona y bochornosa. Increíble y cierta: Los datos escalofriantes del paro.
Los parados han tomado carta de naturaleza. Son casi como la nueva señal de distinción de la Humanidad sometida. De nuestra querida 'camisa blanca', que nos entonan Ana y VíctorManuel.
Quién pensaba en tal estigma cuando se nos subían los humos, hace muchos años, solo vendiéndola como 'diferente'. España querida , diferente piel de toro. Rancia y cuna de nobleza.

Nos sobran pobres. Porque nos sobran parados.
La pobreza una vez más se nos escapa de las manos. No hay en el horizonte ninguna o casi ninguna iluminaria para dejarnos  prestadas unas dosis de esperanza.
La Pobreza se ha enseñoreado por toda la franja amplísima de los territoros tradicionalmente empobrecidos. Masacrados por sus propios dictadores. Pero al ritmo establecido, no será extraño que los parados, pobres nuestros, se vean instalados en ese tren infernal, de viaje a ninguna parte en busca de otros destinos en los que recuperar la dignidad de un puesto de trabajo.
Buscaremos por el anchuroso mundo  solidario, todavía existe, tratando de encontrar arreglo a estas cifras hirientes que nos entran cada mañana en el desayuno, para echarnos a perder el café. Con leche y cortado. Buscaremos más allá de los alambres de espinos hasta dar con el mar de la abundancia.
Pero entre tanta espera,  hoy,  estimado Carles Francino, bien lo sabes,  el paro ha alcanzado límites históricos. No puede ser espejismo ver cómo todo el mundo está agobiado del estrés laboral. ¿O alguien nos miente?
Los pobres con los pobres. Los ricos con dios. Y dios con todos.
En algún lugar debe haber consuelo.
Solo encuentro,  sin embargo, palabras son palabras... Entre ellas os dejo, y con Joaquín Carbonell en  amable tres por cuatro jotero.