Todos caben en este tren de viajeros: Los que leen, los que escriben, los que solo miran y se bajan en la próxima.
miércoles, 16 de marzo de 2011
TIEMPO DE PEDIR TIEMPO DE DAR
Con malas luces y desde la azotea las cosas se ven bien distintas a como se aprecian in situ, a pie de calle..
Esto que se lo digan, además de a otros, a quienes suelen dedicar parte de sus vidas a volcarse en favor de las capas marginales, siguiendo con exquisito celo los principios de su religión.. Y no se trata de casos aislados, por fortuna. Pero ha saltado como noticia la última, antepenúltima, jugarreta que se tiene pensada la Iglesia. Ésta, la de las cuitas vaticanas. Y esa, la que hoy nos cuentan como aviso de noticia, que se va a someter a excomunión al pobre hombre, pobre de él, Pare Manel.
Nos topamos de sopetón con la gran institución de autoritarismo inamovible, porque no hay forma de que se mueva un milímetro en su ideario, intransigente, férreo, porque es durísimo de pelar, poco edificante y las más de las veces opulento o con apariencia de serlo.
¡A excomulgar tocan las campanas! Veamos la fechoría : Que el buen cura Manel, en el colmo de atrevimientos, se prestó a financiar las intervenciones de dos abortos...."Como mal menor por evitar otro mayor": [desasistencia médica de las dos menores implicadas, o morir desangradas], alega en su defensa.
El delito del pare Manel no es tanto hacer lo indecible para proteger a dos muchachas. O impartir casamiento a parejas homosexuales, o comprender a teólogos descarriados, o ponerse del lado del pensamiento progresista. El pecado llano es que todas esas actitudes las haya hecho públicas, editadas en un libro.
Este manual, obviamente, es el punto de fricción por el que la Iglesia se siente comprometida. Que la moralidad particular de un anónimo cura de su redil debe importarle menos que una rabaneta, es ocioso repetirlo. En sintonía con la perfecta hipocresía está ese lavarse la cara ante los demás , no ante nosotros.
Si el afán está en aplicar a los descarriados el máximo correctivo ejemplar, ('latae sententiae'), ya puede la Jerarquía eclesiástica amortizar como sea sus edificios. Aunque hermosas construcciones, cada día que pasa les sobrarán más sitios.
De continuar con esta política, ( la Iglesia) tendrá que lanzar planes de repoblación para paliar que se les queden vacías.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Entradas populares
-
Hasta ha poco albergaba esperanzas de que la tormenta escampaba. Era invierno cruel. Creía mis fantasmas cosa del pasado. ...
-
'Decías ayer', solo hace horas que ya son recuerdo en el baúl de guardar. Pero has optado por apagar el arrebato de tu palabra...
-
***nunca como descansar y esperar que las aves cargadas de precipicios arrullen el mar escrito a nombres*** Espera *escríbeme dos no...
-
no persiguen memorias. no incurren en color son infatigables de tiempo de auxilio de tiempo y monotonía -perseidas- qu...
-
El mal que se me adentre en las entrañas El bien incombustible. Todo Olimpo El mal que por peor ya ni lo aguanto El bien de hallar ...
-
no se hubieran los cielos ensombrecido ni los mareS de sol, azul misterio, anublado de sombras!!!! ved que os causan contento ...
-
Después de la amnistía fiscal a base de subir impuestos al intrépido contribuyente, usted y servidora podemos ser uno afortunado. De...
-
No es menester os diga que hoy tengo ganas de llorar. (También de reir) De llorar, porque conozco bien que las lágrimas a tiempo lib...
-
Hay asuntos que no guardan turno de espera. Sea verbi gratia que nos toque ganar la gloria y la honra dándole patadas al balón de l...
-
Tontamente dentro de un 'itemisaest' habrán transcurrido los preceptivos cien días de gracia para el desacomplejado gobierno. A...
No hay comentarios:
Publicar un comentario