domingo, 26 de junio de 2011

ÚNICA OPORTUNIDAD



O estás organizado por tu natural o alguien se encargará de organizarte. Es el neo morbo que poco a poco toma fuerza entre las capas comunes, las del montón, no creáis. El morbo ese consiste en que antiguamente te confesabas ...aceptabas sin más la penitencia impuesta y no había más que hablar.
Pero hora es otra moda, dónde vamos a poner. Otro agobio porque hemos cambiado de confesor, y por tanto, de asuntos inconfesables.  Quien se interesa por ti es el banquero de turno. Exactamente el que te pille más cerca. Y al banquero que se encarga de tu conciencia le preocupa una exageración otro tipo de pecadillos más morbosos pues son de valor material, sensual y palpable: Son tus cuentas. O peor que peor, tus deudas. Y hasta aquí hemos llegado. Con el poder adquisitivo en regla aún te podías permitir unas estúpidas 'merecidas vacaciones'. Mas con el poder de endeudamiento, ya me diréis qué se puede hacer sin esquivar al banquero de la esquina, que te tiene marcado a perpetuo  y casi que se sabe de memoria  hasta tu diario personal.  O por lo menos tu cartilla.  Y esto, contando con que no ande por ahí algún fleco de hipoteca que ni sé. O que no me ponga  ( el banquero) la soga al cuello acorralándome para que pida un préstamo.
No señor.   No quiero más deudas ni perdonar a más deudores. Por el momento ya hace tiempo prudencial me liberaba de las confesiones sacramentales. No voy a caer en la ingenuidad de abrir mi conciencia, ya bien laxa por cierto, al jefe de negociado de mi entidad. La banca tiene estos contrastes, en serio.
Me siento algo tranquilizada pensando en cómo se sentirán mis vecinos los griegos, con tanto acusador, tanto deudor, tanto endeudarse y acabar mal con los peces gordos europeos. Si serán cenizos

2 comentarios:

  1. merche marín dijo...

    Y pensar que hasta hace bien poco venían poco menos que arrastrándose para que les pidieras dinero. Hasta hacían publicidad de sus préstamos, por favor... a dónde hemos llegado. Y lo peor, ¿qué tendrá que llegar todavía? Los meses pasan, las prestaciones se terminan, las deudas no se cancelan, tu mundo (irreal, pero joder era tu mundo y no sabías que era insostenible)se tambalea...
    El sol saldrá por donde quiera pero muchos españoles no podrán ni salir de su casa, simplemente porque no tendrán casa.
    Un beso, amiga Pilar.

    ResponderEliminar

Entradas populares