EL PODER TELEPÁTICO

Hace unas horas apenas navegaba por un mar de dudas creyendo no ser yo. Y ser lo que no soy. Y no creyendo ni palabra de lo uno y de lo otro. ¡Vaya follón sin solución! Parecer que a lo peor nunca jamás seré. Porque vivo sin vivir en mí. Porque 'ni alta vida espero'. Ni...[La Convención]  [ O el allende mi Socialismo]
Hoy descubro que no estoy sola en la lucubración ésa, ontológica y ominosa.
Alguien más, en efecto, pone en juicio si no seremos víctimas del doble juego de perfiles con que nos presentamos para que nuestros observadores ni noten que lo que ven de nosotros es pura mentira. ¿De modo que te desdoblabas para dejar de ser tú y ser lo que yo quiero que no seas? ¿O era acaso mi grandeza que te devolvía así de insignificante? Éramos, por lo que presumo, dos perfectos farsantes.
Mentira por verdades fundacionales . Esa es la oferta. De ahí, amarrados todos a perpetuidad para reeditarnos cada día, cada minuto y segundo de proyección de la película en que somos actores, de reparto, secundarios y extras sin más.  [Las Autonomías]
Doy gracias a la telepatía y a mis asesoras, las fuerzas centrípetas, que me orientan solícitas en cuanto me ven en apuros. Entonces abandono el no ser para ser en un instante. Manifestada total. 
Ahora puedo descansar sin prisas  por la bahía de mis sueños, desde donde se desdibuja la dorada y perezosa ingle de una playa.