SOMOS INORGÁNICOS

Apegados a nuestra particular manera de pensar.
De seso irreconciliable con la materia
De voluntad de hierro cuando nos aprietan las tuercas
Votantes convencidos
Políticos de izquierdas si lo cantamos
Políticos de derechas si nos lo callamos que nadie se entere
Políticos de centro que es como el equilibrio inestable que siempre se cae hacia donde mejor pilla
Antipolíticos que somos los que somos ¡mira qué cosas tiene la política!
De corazón puro, con mucho conocimiento y poca voluntad
Vuelta a insistir, votantes.
Somos orgánicos de arriba abajo
Inorgánicos, imposibles de reciclaje
Por tercera vez: Voto  con las cartas levantadas
Y ahora se acabó otorgándole más que razones a cuatro verdades que hoy nos refresca con valentía algún sesudo articulista. Esencialmente coincidiendo con el post 'Qué bonito'.
No ignoro que está muy de moda, que se lleva con mucho encantamiento eso de ser escéptico. Lo sé. Pero yo el domingo me pondré de guapo y ¡a votar!
Sé que mi edad me acerca con peligro a la ironía fatal y algo cínica: Pero iré a votar.
Somos sin remedio in-orgánicos des-organizados. Así y todo, sigan mi ejemplo y no les arredre el temporal mediático desatado: ¡A votar!
Somos, somos ¿Somos? políticos presa de nuestra propia decepción, También de nuestra ilusión y de nuestra conciencia.
Por todo lo cual no sabremos si nadar y guardar la ropa, hacer de nuestra capa un sayo o simplemente lo que todo ciudadano comprometido: depositar con fe ciega un voto que vale un oro,  me chivan por el pinganillo.
Dice el articulista:
",,,Entonces, sabíamos por qué creíamos, y ahora, en cambio, no tenemos ni idea de por qué desconfiamos.

...Recuerden el mundo donde hemos vivido. Compárenlo con el mundo en el que vivirán nuestros hijos. Piensen después en los mercados, en las agencias de calificación, en el entramado financiero que se ha cargado las políticas progresistas, que se está cargando el Estado de bienestar y que, cuando consiga liquidarlo, va a cargarse la democracia, y lo hará declarando que es por nuestro bien y porque es una reforma más, otra reforma inevitable, una etapa más del proceso que nos aboca a escoger entre las reformas o el Diluvio..."
Sinceramenté, merecerá la pena votar. Será una auténtica virguería, pero compensatoria,  se lo aseguro.
A renglón seguido, allí paz y aquí  ¡el Gloria!