jueves, 8 de septiembre de 2011

LAS HORMIGAS HACENDOSAS



No es gratuito el título.
He conocido muy de cerca ejemplares de esta especie 'formica'  que a lo  largo de su vida laboral no han hecho otra cosa que ennoblecerse con el ejemplo.
Trabajando a destajo,  de sol a sol sin reparar en temperaturas adversas y sin emitir una sola queja.
La imagen tiene doble fondo. Las hormiguicas trabajadoras  se han presentado en público bajo el espeso caparazón de la digna profesión de Profesor/Maestro, o viceversa, siendo irrelevante el orden.
La intensa actividad de 'corte y confección' por parte de determinadas eufóricas pepeístas, mujeres ellas de dignísimo calado social,   nos pone en el disparadero de la vagancia y de la irresponsabilidad al colectivo más vulnerable, por incomprendido y sufriente, del mundo laboral.
Y para poner remedio y acabar de cuajo con tantas horas escatimadas al Estado, el aviso  premonitorio de la oposición envalentonada  con el fuerte, como de costumbre, ha saltado como una chispa.  Y ha prendido  el rechazo entre la opinión pública que mayoritariamente reconocen al profesorado como un de los colectivos con mayor credibilidad y confianza.
Poco importa, parece ser. Poco o nada le incumbe a la señora Botella, doña Ana para ser  precisos,  que, olvidándose de algún hermano suyo, profesor de Instituto, enuncia graciosamente ( a servidora le ha ebullicionado la sangre, para qué ignorarlo) que "los profesores, comparados con....es el colectivo que menos horas lectivas invierte."  Equivalente ni más ni menos a que los profesores tenemos un morro que nos lo pisamos, y por  tanto bien merecemos cargar no solo con el sambenito deshonroso y falaz, sino con el primer ejemplarizante recorte que traerá consigo la bonanza económica, la recuperación del bienestar, el equilibrio en la balanza de pagos y el esperadísimo fin de la crisis.
¿Quién mató al Comendador?
-Pues eso mismo. Quién, quién, señor.
¿Quién, que con todo descaro, nos aupó al carro fatal del neoliberalismo y posteriores burbujas y ampollas y heridas incurables a las que sucumbieron hasta las economías más solventes?
¿Quién, que no sea el aspirante a gobernar por la gracia de Dios y la desgracia del Diablo,  viene calentando motores agitando  en  los bajos de su chistera  las fórmulas divinas para el cambiazo?
¿Vale la pena empezar con semejante despropósito de desestabilizar  a los Enseñantes?
Acción-reacción, y ya es un hecho las multitudinarias manifestaciones que sin duda tendrán lugar.
No sería despropósito que el poderoso movimiento 15-M se diera por enterado y, verdaderamente indignado según lema y principio,  secundara las protestas.
A eso se le conoce un nombre: Arrimar el hombro de la Indignación a la par que  Ser Solidarios.
 A  renglón seguido,  vayan las alegres comadres de Windsor , y de la Comunidad de Madrid, contabilizando las horas lectivas de los profesores. A continuación, retomen unas clasecitas de docencia como la ley  natural manda. Y finalmente que se callen para siempre. Y no nos tomen el pelo. ¡Ya está bien!
Esto es otro colmo. Con poca solución.
Las hormigas trabajadoras lo tendrán en cuenta.

2 comentarios:

  1. No soy profesora,pero entiendo tu indignación porque sé bien que a otros niveles también llegarán medidas más o menos funestas,variopintas,irracionales,crueles e injustísimas...
    Ahora bien,que a ellos-los parásitos-no les toquen ni un pelo,¿eh?
    SNIF...
    Besos.

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  2. Estoy de acuerdo contigo, esto es el colmo de los colmos, y sí, es un colectivo del que siempre hemos oído decir: "quiero las vacaciones de los profesores..." el trabajo de un profesor no son solos las vacaciones y las horas que están con nuestros hijos, es mucho más, deberíamos pensar que hasta llegar a clase hay un mucho que no vemos y que nuestros hijos no depende de solo de esas horas sino tambien de las que dedican fuera de ellas.

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