A ESTE LADO, CON LOS ÁNGELES

Que insisto: Cuando los asuntos se tergiversan hasta el punto de no poder dominarlos,  lo mejor es cruzarse a la otra orilla y verlos pasar.
Cuando abres el periódico de tu ideario de toda la vida y no lees más que dislates de los síndicos y patronos, la fórmula resuelve en simple ecuación de primer grado.  Y sin incógnitas. Me quedo contemplando el idilio Zetapé-Rubalcaba-Cospedal. Todo desde este lado del espejo, que no me salpiquen lodos.
Cuando hasta la radio empieza a no SER lo que debe SER, me arrebujo entre sábanas de hilo crudo en perfecta desconexión con el más allá.
Total,  que cruzo la frontera de los sueños. Imagino que está próximo otro tiempo mejor, subyugado a los dictados de un partido que el pueblo ha 'popularizado' cosa mala, y no tengo más alternativa que quedarme entre atónita y desmemoriada. Los ángeles me hacen compaña en este lado preciso que no deseo abandonar:  Mi observatorio privado al que llegan noticias cabales del exterior. Mezcladas en las sombras de la luz de la luna, pero noticias.
Cuando ya lo que nos faltaba para colmo de desdichas, el pitote  que se ha desencadenado en  la Exportación de hortalizas por cuatro pepinos de nada, lo aconsejable es la abstinencia de la simpática cucurbitácea hasta que el percal se clarifique y vaya cediendo el tapón con tanta carga de lechugas /pepinos.
Yo, a mirar y ni esta boca es mía.  Que hable Alemania. Que hablen los oráculos. Haylos en abundancia. Y siempre tienen mucha razón. No como yo que no acierto ni con las encuestas.