Todos caben en este tren de viajeros: Los que leen, los que escriben, los que solo miran y se bajan en la próxima.
miércoles, 22 de junio de 2011
CÁLIDO Y VERANO
Primera verdad: Todo cuanto sucede sucede de golpe.
Segunda verdad: Nada de cuanto sucede está en nuestra programación personal. Así solemos ser de precavidos.
Tercera verdad: Algo de cuanto sucede ya se veía venir. No es ninguna sorpresa por tanto.
El cielo se ha puesto hoy demasiado negro para festejar que ha transcurrido un mes desde aquel aciago viernes en que cerrábamos campaña, llorábamos a Lorca, (Murcia), preparábamos el equipaje y sopesábamos si se rasgaría la bóveda celeste ante el tsunami del partido. El popular.
Todo o buena parte de todo sigue inalterable: Los mosquitos acorralan las farolas y las salamandras translúcidas y espatarradas buscan el calor de las paredes. Las bicis invaden mi plaza y las criaturas buscan con quien tomar la fresca.
Un mes. En mis cercanías es cosa común el acostumbrado 'cabo de mesecico', misa incluída, que está muy bien. El de hoy, obviamente, despojado de todo rito religioso, se ha marcado una tormenta sin precedentes. Sin eufemismos, la tormenta de verano. La que paraliza la recogida de fruta. La que trae los diezmil aromas consensuados de la estación desnuda. La que se hace oir tronante y se hace ver, centelleante.
Un mes con los gobiernos preparados para cerrar los garitos 'por vacaciones'. Porque aquí, como no ha pasado nada, que se sepa, todo sucede acorde a la tercera verdad que les sugería.
De aquí a la gran noche de San Juan se nos permite una veleidad más, de la mano de García Lorca. Verano profundo. Con el reino de las palabras hasta que amaine la tronada que me dejó a oscuras al anochecer.
Como a ciegas nos dejaron los rayos y centellas del superado 'hace un mes'. No se eche en olvido, 22-M era. Lo supimos porque era mayo de las flores.
[Madrigal De Verano de Federico García Lorca]
"Junta tu roja boca con la mía,
¡Oh Estrella la gitana!
Bajo el oro solar del mediodía
morderé la manzana.
En el verde olivar de la colina
hay una torre morena,
del color de tu carne campesina
que sabe a miel y aurora.
Me ofreces en tu cuerpo requemado,
el divino alimento
que da flores al cauce sosegado
y luceros al viento..."]
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Entradas populares
-
Hasta ha poco albergaba esperanzas de que la tormenta escampaba. Era invierno cruel. Creía mis fantasmas cosa del pasado. ...
-
'Decías ayer', solo hace horas que ya son recuerdo en el baúl de guardar. Pero has optado por apagar el arrebato de tu palabra...
-
***nunca como descansar y esperar que las aves cargadas de precipicios arrullen el mar escrito a nombres*** Espera *escríbeme dos no...
-
no persiguen memorias. no incurren en color son infatigables de tiempo de auxilio de tiempo y monotonía -perseidas- qu...
-
El mal que se me adentre en las entrañas El bien incombustible. Todo Olimpo El mal que por peor ya ni lo aguanto El bien de hallar ...
-
no se hubieran los cielos ensombrecido ni los mareS de sol, azul misterio, anublado de sombras!!!! ved que os causan contento ...
-
Después de la amnistía fiscal a base de subir impuestos al intrépido contribuyente, usted y servidora podemos ser uno afortunado. De...
-
No es menester os diga que hoy tengo ganas de llorar. (También de reir) De llorar, porque conozco bien que las lágrimas a tiempo lib...
-
Hay asuntos que no guardan turno de espera. Sea verbi gratia que nos toque ganar la gloria y la honra dándole patadas al balón de l...
-
Tontamente dentro de un 'itemisaest' habrán transcurrido los preceptivos cien días de gracia para el desacomplejado gobierno. A...
La tarde de ayer, fué una tarde negra de tormenta pero ideal para imaginar una trama, una historia,luego le siguió la noche e invitaba a admirar la belleza de los rayos através de la oscuridad, más tarde la calma y el poder contemplar las diminutas estrellas chispeando en la inmensidad.
ResponderEliminarLuego... cierras los ojos y al despertar...todo sigue igual, previsible como en tu tercera verdad.
Un besote.
Siempre haces de algo oscuro como una tormenta un torbellino de palabras exquisitas.
ResponderEliminarUn beso, Pilar.
Tienes en mi blog un premio, que ya conocerás, para tus tres blogs. Pásate y lo recoges, corazón.