'CON FUSIÓN CONFUSIÓN'

Cada vez tengo mayor duda e irritación por no saber canalizar los movimientos de mi ya familiar 'quince-eme'.
Acabaré admitiendo ser también indignada. Mucho más definitorio que un simple estar indignada.
Veamos qué cosas están ocurriendo y sobre todo qué no.
¿Qué pasa, que los hilos que mueven el más que respetable movimiento solo manejan la urdimbre del sistema?
Tengo que saber para entenderlo bien que la corrupción ha calado hasta tanto, que ya poco o nada, pocos o nadie, se libran de ella. Y es incontestable  que la ira y la cólera de los indignados/as que ha tomado las calles y las plazas no puede reducirse solo a dar serios tirones de orejas al sistema, personificado en un gobierno, cual sea,  o una democracia, cual sea también.
Próximamente será una realidad la  visita del papa de Roma. Anunciada. Promocionada. Jaleada. Bien vista.
Y sufragada para quien quiera saberlo. No me sirve de consuelo que un treinta por ciento de los cincuenta millones de euros que se estima costará el evento lo apechuguen  empresas privadas. Sigo confusa. ¿Será posible no surja ni un solo desaire a la Iglesia, como si ésta no formase parte de nuestro sistema ? Los jóvenes o los no tan jóvenes perfectamente ensartados en el supramovimiento 15-M están por lo que se ve callados ante esa jornada que alguien denomina 'de la Juventud'.... Será porque no tienen nada que objetar o porque aceptan de buen grado que toda una jornada de exclusivo calado católico sea elevada a la categoría de  universal.
No se va a producir una sola consigna, un solo grito desairado.  La iglesia sí es de este mundo reinante.
Pero no parece vayan a tomarse las calles y plazas si no es para arremeter contra los elementos más visibles, no únicos, de la archicorrupción.  Las manifestaciones multitudinrias han chocado en  hueso duro en viendo las ejemplarizantes imágenes de una fervorosa Cospedal, apadrinando [a...] y tocada de peineta y mantilla.
Ya se me estaba olvidando: Soy indignada. Y con carnet de indignación para que conste.
A la vuelta de estos dos peligrosos meses de apretado calor, nuestro imperioso 15-M tomará las riendas como le permitan sus bases y se tirará a la calle a exhibir sus ardorosas iras contra el sistema y los asistemáticos componentes: Banqueros, banqueras, grandes mercados, políticos, subpolíticos  y demás gentes de a pie con una mano en la corrupción y otra, dándose los golpes de pecho para  alcanzar el  perdón.  Si no se da tal, yo me quedaré en estado de confusión sine die. Solo aclarada con este Henrich Schütz. Alleluja. La canícula inclemente no permite más juego.