lunes, 11 de junio de 2012

TRES CAPRICHOS POR DÍA










Hay asuntos que no guardan turno de espera.
Sea  verbi gratia que nos toque ganar la gloria y la honra dándole patadas  al balón de la buena suerte.
Por cosas del destino,  nos hemos jugado el tipo,  rojo, frente a un rival, azul,  maravillas caprichosas a merced  deportiva, sin más.
Y tan contentos todos, como chicos con zapatos nuevos ignorantes de las ampollas que se nos levantaban por el recién estrenado rescate.  Recapitalización lo llaman los pluscuamperfectos de la cosa.
Todo era placer de acontecimientos: Polonia ardiendo encaprichada con los hinchas de aquí y allá.  Cada  cual sin ocultar sus preferencias, conveniente-ente arropados quién más quién menos de sus respectivos desgobernantes y/o desgobernadores.  Y algo más al oeste,  en Bruselas, conveniente- ente pregonada a bombo y platillo,   que todo el mundo lo supiera,  la gran solución  al desastre, azote universal que aquí, en mi tierra de nadie, tenía un nombre propio.  Lo llamaban Bankia. 
En adelante,  y no por capricho, todos lo conocerán por un sencillo 'tonto el que lo lea' y a escotar entre todos. 
La que nos tocó, nos ha caído simple-ente del cielo. O séase del Guindo.
Dos bromas  con encanto.  Caprichos, Italiano y Español. Y entre medias, empate, que compromete, cierta-ente,  pero poco. 

Entradas populares