TODOS PIEDRAS

Igual que la losa de mármol por la que jamás apostaremos. Otros lo habrán hecho por nosotros.
Todos fríos. Igual que el hielo hecho cubito para el cóctail. Todos nos removerán antes de tomar el sorbo delicioso.Todos petrificados. Quietos. No sea que en un movimiento transgresor quedemos convertidos en la estatua de sal, según el pasaje bíblico.
Con la paralización muscular que impone conocer los ¿penúltimos? sondeos del CIS, y el corazón a punto de estallar de im-pacto de silencio.
Pues eso mismo. Somos piedra. Y sobre nuestra piedra se edificará el emporio político que se prevé para escasas dos semanas.
En la liza van quedando incólumes, a partes desiguales, Oh, dislate de encuestas, los dos mi Señores. Como mucho, tres.
Mas la virtud que impera es la omertà del personal. Ni a favor del ganador, ni a favor de los perdedores.
Aquí quien más quien menos nada y guarda la ropa. No suelta prenda sobre el sentido de su voto. Ni sobre la intención que alberga para el apabullante 20-N.
Una piedra, losa dura y fría, dejó velados para la curiosidad del pueblo llano...los vestigios de aquel que se autointronizó como dictador general a la máxima potencia.
Viene al caso resaltar el fatal paralelismo entre los diversos 20 -ENES que nos sirve la historia caprichosa.
Todos marcan un respeto casi sepulcral ante lo acontecido y lo por acontecer. Salvo  en un episodio estrictamente familiar , el casamiento de mi hermano en tan distinguida fecha, a todos se nos va paulatinamente empujando a base de aparentar el carácter firmemente pétreo que nos distingue: Sin muecas. Sin aspavientos. Este inminente 20,  silencioso, será como para sellar de una vez la boca de quienes claman por el cambio. Supondremos que todo se resolverá como un sencillísimo Re-Cambio. Sin más: La hondura a que nos ha conducido la debacle, más comúnmente llamada Crisis.
Después tiempo habrá de revisar las flores con que honremos a los que 'se fueron, o quedaron por el camino sin llegar a gozar de vida política propia'
Hasta entonces, lo dicho: Que hablen las piedras.
Nosotros, con quedar como deudores genuinos del más fuerte, el más listo, el más emblemático, el más luchador por las causas justas, tenemos más que suficiente.
Para cuando dé  comienzo el 'Día de resaca electoral',  igual  dará reclamar al maestro armero.
Todo ha sido cuestión de quedarnos en pura piedra. Inorgánicos e incombustibles.