DÍAS SIN CINE Y SIN ROSAS

Estas   aguas turbulentas del terrorismo en diferentes formatos  más se asemeja a una realidad que parece ficción. O ¿no será tal vez la ficción  que  se vuelve   realidad?
Mucho han cambiado las cosas desde aquellos  años en que todos los terroristas eran ni más ni menos que terroristas. Y el terrorismo, eso, a secas.
También en este asunto las marcas se han  ido acomodando a los tiempos. Según lo cual, dependiendo  de las víctimas caídas, el terrorismo será de primer orden, o de segundo. De estado o chapucero. De   consecuencias  internacionales  o irrelevante,  para el caso es igual. 
Idéntico argumento para los sujetos activos, o sea los terroristas, nos lleva a considerar qué merecido dar a unos u otros, si no son todos iguales ante la ley, lo proclame quien lo proclame.
Por fin vamos a lo que íbamos. Pongamos tres ejemplares evidentes : ETA, los GAL y los BIN...
¿Cómo distinguir a simple vista el grado de peligrosidad de cada cual?
¿Y qué pensar sobre el escarmiento a que se les someta?
Ahí descansa   parte de la confusión. La otra parte  se nos plantea al disculpar a quien se pone a impartir castigos, o escarmientos, o juicio sumarísimo.
Y surge la rabiosa pregunta, retórica, eso sí.  Lo de Obama qué ha sido: Proeza, ante las aguas que bajaban muy turbulentas, o así  tan  sencillo como terrorismo de Estado?  A todo esto, ignoro si a Don Felipe [González, expresidente] se le restituyó la fama después del sambenito de los GAL. Tampoco tengo las ideas claras sobre la ficción de Bin, Osama , ni sobre la telerealidad del dúo irreconciliable Bildu-ETA / Constitucional-Supremo.
Esto casi  como una sesión continua  de cine.
Hoy hay inauguración de jornadas. Con cine y con rosas...