OROS, COPAS, ESPADAS

No es previsible pase de moda el contundente 'quien esté libre de pecado arroje la primera piedra'.  No, y tampoco convendría tomarlo como simple frase evangélica ahora, tiempos  de crucial importancia en cargar con las culpas de los demás para sencillamente disimular nuestros errores.
Esto viene a cuento del excesivo celo por salvaguardar las honras, y las vergüenzas, y las irresponsabilidades de los aspirantes a regenerar el cotarro. Que están surgiendo como setas de otoño, feraces y a punto de llenar los cestos.
Los yerros y  pecados han sido de tal calado,  aseguran 'los otros',  que no será posible enderezar la nave sin caer justamente en los mismos que se presume evitar.  O séase que de varitas mágicas, ni una. ¡Vaya novedad!
De solución pronta solo porque yo lo digo, o por mis barbas, tanto monta, o sencillamente porque la cuestión es la excusa de mal pagador ante el despropósito que está suponiendo el 'Recortazo', nada de lo prometido.
El remedio/panacea  inteligente, sin ir más lejos,  de la muy ilustre doña Rita Barberá no deja resquicio a ninguna duda:
Supresión ya de la Mostra de cine, como consecuencia de la situación económica. Adiós Mostra y en paz. Con los ahorrillos de los milloncetes que suponga, se parcheará un montón de asuntos pendientes de mayor urgencia e interés.
Pamplona y Gijón correrán idéntica suerte. Se ve venir sin necesidad de predictor.
Cuando no hay convicción en un proyecto, se lo anula o simplemente se lo deja morir, sin más.
De hacerse cierto la declaración de un anónimo responsable de festivales de cine "La crisis acabará con las cosas pequeñas y se recortarán las grandes", ya huelga imaginar la secuencia que regirá durante un largo período  y que ha de dejarnos tan desalentados, tan reprimidos, tan alicaídos y tan críticos como este vendaval irrenunciable en forma de crisis mundial  en que se ha inmolado el gobierno actual, cercano ya a su fin.
Otros vendrán (peores) que buenos te harán. La Historia es pertinaz.
De momento la realidad se impone tozuda y es cierto que todo 'equipo redemptor mundi' ha comenzado a lanzar las, sus, primeras piedras. Ergo no andaban del todo libres de pecado . ¿O sí?
El resto de los incorregibles gobernados, entre los cuales me incluyo, las vemos venir con más zozobra que esperanza.
Nadie hablará de crisis cuando, candente aún, todos empecemos a rumiar la perversión del copago, la distorsión extorsión de la Escuela Pública. Para entonces, llanto y crujir de dientes.
Muchos de los desmanes ahora considerados despilfarro podían haberse frenado sin necesidad de recurrir al recorte total y la eliminación.
Está visto que la imaginació y la buena voluntad no son precisamente la seña de identidad de quienes solo saben del manejo de la tijera  y de cerrar el grifo cultural caiga lo que caiga. Y para tal viaje, sobran más alforjas, señoras, señores.