MI MADRE MÍA QUERIDA

Se toma como frase hecha, con cierta  connotación de broma, pero pocos dejan de aceptar  incluso repetir que 'madre solo hay y una'. La misma suerte hubiera corrido cualquier padre si la sociedad desde tan antiguo  no se huniera decantado por un machismo impositivo, destructivo  antisocial.  Sea como fuere  aceptemos y mimemos a la madre, buena, santa  e imprescindible . Porque mientras esto siga así, una madre nos queda. La mejor.
¿Qué secretosos piropos echaran la tribu de los Urquilo-Alba y tantas titulaciones adheridas hacia su esplendorosa mamá, en puertas de recibir ¡otra vez! el sacramento del yugo y la pasamanería, y juntos hasta que la enfermedad y no los dineros nos separe?
Queridísima mamá:
Sus hijos bienamados se sobrecogen en gozo y loores dando por regalito divino el nuevo junco de fuerza con que en adelante compartirá   peligros y francachelas por el largo , o corto, camino de punzas y estrellas que  librmente le echan al coleto de sus conquistas en terrenos  escabrosos del amor. Que el amor no tiene límites. El dinero, menos.
Sea usted feliz, en su serenísima inocencia cargarda de ilusiones que más de un hijo de la Duquesa  poco crédulo osará  poner en duda.
El Señor Don Cayetano no solo ha dudado sino que además ha puesto en entredicho la oportunidad de este bodaje.
Férrea ha sido su postura de no y no al casamiento de doña Cayetana , hasta que los papeles le han dejado más que un píngüe  beneficio.  Y ya , a callar, que la boda no se detiene por esa milongadas.
Como también es rumor que la gente entiende aquello de que 'con perricas, chifletes', el resto de los amantísimos hijos de Doña Cayetana....ya han echado su bracico  a torcer y prácticamente no dicen esta boca es mía .
Así cualquiera se descasa y por aburrimiento se vuelva a casar.
Lo de la madre, que ni me lo toquen.
Es segrado.