UNA SONRISA NO CUESTA TANTO

[Retazos al día]

 Pareció que la llegada de unas  fiestas grandes desbordaría en   felicidad suma, como primera opción.  Abandonarse en brazos del aburrimiento,  como  segunda.
 Lo uno y lo otro quedaron en espejismo: Los  gigantes y cabezudos,  agotadas   las  terceras vías  que  es poner el pensamiento a cero y conectarse ya con futuros 'pilar'es',   se marcharon  con la música a otra parte, a recogerse y al rincón de pensar, como  las criaturas de la Escuela Infantil, casi la única  pensante si te descuidas.
Mientras,  aquí quietos, ajustados a los  presupuestos  marcados en  Alemania y la ropa en China etiquetada vete tú a saber dónde,  aunque luego nos sienta estupendamente y nos sale a precio de ganga.
Mientras,  sintiendo el agobio de  impuestos directos e indirectos. Y la gasolina, para echarse a temblar.
Mientras, desde el más allá, cerquica en mi mapa, la voz de su conciencia,  en perfecto idioma 'merkelés' dictando qué debo hacer, qué no se me ocurra hacer. Total, para llevarme  derecha a la ruina sin haber cometido fraude, que se sepa.
Mientras, devanando la madeja de si  Cataluña es España,  y si a los  de la verde Euskadi les va infinitamente mejor tras la tregua de ETA. O si seguimos rizando el rizo una temporadita más. Hasta que salte la liebre.
Mientras, contemplando la sonrisa ho- ri -zon- 'tal' de mi  nuestro presidente,  atando y desatando rescates a placer.
Y entre tanto,  ya parece hace un siglo,  mientras wert-i-anos unidos  se dejan la piel en el intento de españolizar a quien se ponga a tiro, nuestro querido Teruel asiste a una desbandada de población sin precedentes. Los 'Guardias civiles' de Silva se alza con el 'Planeta'  y cunde el nuevo mito Baumgartner saltando al vacío desde la estratosfera, que da pavor de altura.
Mientras, uno se queda bizco viendo a  los insolentes defender una democracia en la que jamás creyeron. 
Y así,  gota a gota, hasta estremecer,  la crisis,  solo mal de tantos, ha paralizado  hasta las ilusiones, los escasos efectivos  de que presume la POBREZA...
Y en ese denso mientras, las sociedades sabias, de aquí y allá, ensayan piruetas sobre cómo hacerse con el poder, rienda apetecible que no conoce penurias.
Atrás quedó, poco es una década,  la película cuyos comienzos solo eran hilillos de plastelina: Chapapote en vulgar. Hoy, por ayer real,  nuevo capítulo del gran teatro farsa  sin actores y con máscaras.
Mientras, se diluye con la noche el día  del cáncer de mama y otra vez los desastres naturales del agua, terca e insumisa, me  arrancan sin quererlo un ¡ay, virgen peregrina de Pontevedra a las Landas!:  ¡Sálvese quien pueda!