Esto es como cualquier sinfonía inacabada porque el tiempo se le precipitó al compositor. Ya el final lo añade cada cual a su antojo. Y en ese punto crucial, hasta las piedras son capaces de hablar. No es exagerado. Es más: Si las piedras están tristes, como es sabido que lo están a puro de aguante, ni se atreven a abrir la boca y si hablan, lo hacen tristemente. Si están pletóricas de gozo, entonces nos dejan a la generalidad boquiabiertos. Tal ha sido su discurso. Por no ponerme a tiro de piedra, y alguien se ensañe contra mí, solo diré que ayer era mi día. Pero me lo amargó el jefazo, ese mon-señor serio como pata banco, ministro a más y más, de cuyas palabras solo nos quedó retumbando el eco tridentino en cuanto frisó el architema del aborto en estrecha relación con la violencia.
Luego, como para descafeinar un poco la tragedia por la que habrán de pasar las mujeres, surge por ensalmo el folletín del entramado societario. Las facturas falsas. Los blanqueos dinerarios y los, que así se llaman ahora, 'operadores jurídicos'.
Estos sí hablan, visto que los jueces se tomaron el respiro aquel, 'cuando las barbas del vecino vieran pelar y las suyas pusieron a remojar'.
Los operadores hablan con elocuencia lo que los jueces observan mudos por incompetencia meridiana.
Entre mandanga y mandanga, y que mi infausto día internacional pasó sin pena ni gloria, horas después echo mano del discurso desenfadado de los señores de la Lengua y la confusión, que no encuentran explicación plausible a que, en razón de género ¡y sexo! las mujeres cobren por el mismo trabajo menos que los hombres. A la Lengua, ante la evidencia está claro, más le renta quedarse muda. Las piedras hablarán por ella, por más que insistan los académicos en contarnos que la lengua es un ser con vida propia. Mas, ay, asexuado.
Y en estas estábamos las 'legiones del 8-M' , en plena euforia de celebración, con ministros con y sin cartera y exministras a todo trapo, tragando y digiriendo la magnífica fecha. Y la calle, toda hecha Mujeres por un día, sintiendo en sus carnes el papelón plurivalente de que son titulares, en razón de justicia y sexo. No vayan ustedes a malpensar.
Es lo que tiene de hermoso hablar sin oyentes.
Buena música nos traes, y también las reflexiones dan para mucho. Que una mujer cobre menos por ser mujer es una aberración, como tantas otras que hay en la sociedad esta tan "igualitaria" (de boquilla) que habitamos.
ResponderEliminarUn abrazo
La verdad es que si fuésemos de otra pasta,se nos caería el techo encima y nos aplastaría.
ResponderEliminarA lo mejor es lo que veladamente pretenden el conjunto de nefastos y nefastas-que también hailas-en el gobierno y colindantes...
Ea,pues no, que las mujeres de tontas ni un pelo y sabemos que no se nos va a equiparar hasta a saber cuándo,pero peleonas somos un rato laaaaaargo.
Besos.
concuerdo con cada una de las letras de nuestra querida amiga Marinel, a luchadoras no hay quien nos gane ni nos ganara, miles de besinos e infinitas gracias por hacernos confidentes de tus letras. Feliz domingo con todo mi cariño.
ResponderEliminarSi es que ésto no cambia tan fácil, Pilar. Es el tema que siempre está en el candelero porque nunca termina de solucionarse. Con lo simple que sería coger a los de los pantalones y enseñarles que, aparte de nuestros genitales, somos iguales. Con nuestras diferencias (que desde aquí reivindico), pero pudiendo hacer lo mismo o ... bueno vamos a dejarlo en lo mismo.
ResponderEliminarNo sé si el futuro nos traerá mejores perspectivas o vamos hacia atrás como el cangrejo. De muchas de nosotras depende que nuestras hijas sepan seguir en la brecha y no se dejen amilanar.
Besicos.
«Cosas veredes, amigo Sancho, que farán fablar las piedras»
ResponderEliminarMuy buena música...
Saludos
Mark de Zabaleta
Creo que es cuestión de tiempo que desaparezca el machismo del machito y la desigualdad, lo que nadie sabe es cuanto. Tiene que ser un papelón ser feminista de derechas, rodeada de crucifijos. Joder da miedo solo imaginarlo, ¿o no?.
ResponderEliminarHablar sin oyentes es más común de lo que parece, sí.
Hola son los hombres a los que les conviene que no haya igualdad, yo pienso que ellos tienen miedo de que a la mujer se la valore por lo que hace no por lo que es, pero siempre han sido los que han dicho que éramos flojas, o que nos quedamos embarazadas y perdemos de ir a trabajar, cosas que si meditasen un poco… sus madres no los hubieran traído al mundo.
ResponderEliminarEn fin el cuento de nunca acabar, ellos ya saben lo que somos… ¡¡¡ LO MEJOR DE LA VIDA!!! Una entrada muy interesante. Un abrazo.
Hay cosas permitidas desde el infinito de los tiempos, que de a poco se va viendo la luz.
ResponderEliminarPienso siempre que primero aceptarnos y luego saber ser compinches en la vida, y no estar tironeando dentro de nuestro mismo sexo.
Cariños
¡Madre mía, que mujer! Tu no tienes “piedras en la lengua” ¿eh?
ResponderEliminarEste es un comentario que me gustaría gritar al mundo entero:
Que la mujer exista, piense, sienta, hable, actúe, ¡goce!…Sin necesitar permiso del hombre. Creo que cumpliendo todas ellas no seria necesario un día, pues serian todos, “el día de la igualdad”.
Un abrazo
"El día internacional del cinismo", diría yo.
ResponderEliminarUn abrazo, querida amiga