PENSARÉ, LUEGO NO SÉ SI EXISTIRÉ

Sí, señoras señores: Cada loco  con su monotema. El de servidora, porque me invade y me paraliza.   El  de los  recortadores,  porque es su oficio y les divierte horrores recortar, que el bien común  así lo demanda.   El de Obama, ¡pobrico!, con las manos atadas y Guantánamo  ahí  quieto a celebrar  otro aniversario infame. El de los señores del banquillo,   porque la realidad es terca y 'allegados son iguales, los más grandes  (bribones), medianos, y los chicos'.  El de, quiera dios si no lo quiere el diablo , Baltasar Garzón,  que algún día  verá iluminada  su impecable  trayectoria, sin banquillo entonces y recargo en la conciencia colectiva.
Sí,  en confidencia, de la noche a la mañana  tomo conciencia  de las  medidas primeras im-populares que me hacen temblar, ahogada  de por vida en el sector público y sin posibilidad de adherirme al  privado a ver si otra suerte me sonriera.
Sí,  las voces post -electorales  ahora me desayunan con  que la reducción drástica del déficit ha de  ser cargada a lomos de todo/a hombre de bien.  El solidario pagano de platos rotos.  Y tonto el que lo lea. Así  de categórico cuela el mensaje.
Sí,  parece natural que una pieza recortable  de necesidad  va a  ser  la Ciencia  que se  deberá conformar con 600 millones de euros menos. ¡Que inventen ellos, si quieren!
Sí, sí: No es extraño  que la  Alta Institución  Iglesia   disfrutará de exenciones fiscales, poco o nada de recortes y  al contrario  gozará de pingües subvenciones económicas a menos que se eche a la calle del silencio la turba aconfesional   para  clamar a voz en grito unos  impactantes  " hasta aquí hemos llegado".
¿Pero caerá esa breva?
Presiento que tras la noche vendrá la noche más larga.. Y no. 
Al alba, al alba.
Quedamos en buenas manos de Karl Ritcher.