sábado, 17 de noviembre de 2012

LA UNDÉCIMA PLAGA





No es menester os diga que hoy tengo ganas de llorar.
(También de reir)
De llorar, porque  conozco bien que las lágrimas a tiempo liberan y ensanchan el corazón.
De risas, porque, bien pensado, fue  clamor popular  la huelga, ya apenas una prenda para el recuerdo.
Y sigo enfrascada en ambas variables, riendo llorando,  con lo último que  nos ha sacado de la rutina desencantada:
Las encuestas
Los desahucios
La huelga
De lo primero, de llorar, se llama 86% los que  tenemos al menos un cercano nuestro en paro. Lo cual, según la encuesta, como que te pone en sensación de estar en trance  y parálisis no solo de pies y piernas: También de la ilusión.
De lo segundo,  de desesperación, porque ya hasta la solución drástica por que optan quienes se  inmolan, y ya van más de dos,  corre el riesgo de convertirse en simple anécdota de relumbrón televisivo o de alentar  ríos de tinta en los medios (des)informativos.
Total,  pasado el impacto ético o incluso la condena de Europa,  estaremos pendientes de una simple moratoria, pan para hoy, hambre para mañana,  y a lo sumo admitiremos que la batalla contra los desahucios tan solo ha hecho que comenzar.
Si la suerte no nos  asiste,  también  seguiremos  esclavizados  a los bancos de turno, con o sin deudas, pero de por vida.
Y lloro.
Qué llevarán en sus conciencias los agentes ejecutores de desahucios. Sobre todo cuando fatalmente se encuentren con que el infeliz desahuciado ha dejado el camino libre.
Alguien más sigue llorando.
...O  esos otros, cumplidores de órdenes, cuando restablecen la normalidad de las manifestaciones a empellones y  a porrazo limpio, seas revoltoso o tranquilo ciudadano que sin comerlo ni beberlo te ves metiedo en el berenjenal.
Aquí  de nada debe servir la objeción de conciencia, tan útil en otros casos sonados de  deontología médica, o eclesial.
Por eso lloro
El increíble recuento uno a uno de los asistentes al aciago Madrid Arena, tragedia incluída, deja la cifra esperpéntica en los justos miles según aforo permitido.  Dígalo quien lo diga y mienta quien mienta.
Por contra, el  seguimiento de la huelga, apenas hace tres días,  arroja datos que rozan  lo ridículo. Aquí no es tan fácil contar, pobres computadores, si no  se expendieron tikets de entrada,  alguien argumentará)
No hay más que cotejar cuentas,  comparar quiénes son los contadores y ante estas minucias,  acto seguido  se comprende  que puestos a llorar, mejor caerse de risa. Que viene a ser tal que una novísima plaga bíblica.






jueves, 1 de noviembre de 2012

CORAZÓN DE MELÓN, ALMA DE ACERO





'...Desde aquel momento supe que ni por asomo aceptaría un corazón con alma.
Ni un riñón con espíritu puro, por si acaso.
Ni una cabeza sin pies.   Porque ello equivaldría a ponerme en tratos con  alguna altruista donante  de quien no me fío un pelo.'
Es inevitable  recordar las  declaraciones de aquella Mariló,  tan locuaz como (in)moralizante sentando cátedra con ese ofensivo
"¿Qué quieren que les diga? Yo no puedo negarles que he sentido tranquilidad al saber que los órganos de...no van a dar vida a nadie, sinceramente. Yo no querría esos órganos. No está científicamente comprobado, pero nunca se sabe si ese alma está trasplantado [SIC]también en ese órgano.”
¡Uf, qué miedo!
Mariló Montero no solo  pierde su espacio de opinión sobre la actualidad  en La mañana de La 1.  Ha perdido los estribos de  la cordura.
Ha dejado su corazón  tan a la intemperie,  tan desalmado, que  ni para un remedio serviría, llegado el caso de absoluta urgencia.
  [Y esto dicho, la tragedia no para. Hoy, día de los Santos Todos,  bajo disfraz liviano de Halloween.]
Está por determinar  si ante situaciones críticas de emergencia nuestra señorita Mar-y-Ló osa  con semejantes  opiniones.
 

Entradas populares